Día del Marciano en Playa Miramar

Noticia escrita el: 30 octubre, 2024 | Por: Administrador

 

Nota escrita por:  Oscar Díaz Salazar

 

CIUDAD MADERO, TAMAULIPAS. -  Muy pocos son los hombres (mujeres y quimeras) que se atreven a crear, a inventar, a proponer algo nuevo, a innovar, a decir o hacer algo por primera vez.

 

En las conversaciones con mis amigos, en reuniones de tipo laboral, en encuentros con grupos de individuos que participan en política o en la administración pública, cuando me atrevo a proponer algo o compartir una idea, la respuesta que obtengo es ¿quién lo dijo?, ¿dónde lo viste?, ¿en qué lugar lo hacen?

 

La originalidad y la innovación son procesos y cualidades difíciles de encontrar, las nuevas ideas terminan por imponerse, a pesar de la resistencia de las mayorías que suelen ser conservadoras, excepto cuando no lo son, y con esta perogrullada digna del Filósofo de Güemes, me refiero a los tiempos revolucionarios y de transformación de los pueblos.

 

Las reflexiones anteriores son el contexto para comentarles sobre la idea del presidente municipal de Madero, Erasmo González Robledo, para instituir el Día del Marciano, ser imaginario y extraterrestre originario de Marte, de color verde fosfo, que, de acuerdo a las leyendas urbanas maderenses, habitan en una colonia submarina ubicada frente a la playa Miramar, donde se ocupan de mantener a raya a los huracanes y proteger de cualquier mal a los maderenses, tampiqueños y altamírenses.

 

El día del marciano se suma a la escultura que hace tiempo se colocó en la playa y a otras acciones que pudieran llegar a constituir los ingredientes de un concepto, de una idea, de una construcción similar a los alebrijes de Oaxaca, o a las catrinas del día de los muertos.

 

Los marcianos, como las catrinas y los alebrijes, pueden tener propósitos estéticos, de entretenimiento, de mercadotecnia, de identidad, culturales, de atracción de visitantes (turismo).

 

Una película gringa en la que se escenificó un desfile de catrinas, estrenada hace pocos años, dio origen a una moda que puede convertirse en tradición, y me refiero al desfile de las catrinas que se celebra en la CDMX.

 

Eso mismo puede ocurrir con los marcianos, pasar de una propuesta del alcalde maderense, aceptada por sus gobernados porque ya comparten la empatía con esos seres imaginarios, a ser una tradición en el sur de Tamaulipas.

 

Ignoro si tendrá continuidad esta celebración del Día del Marciano, más lo que sí quiero reconocer es esa voluntad para proponer e innovar del alcalde maderense.

 

Se necesita mucha visión y poco miedo al ridículo, una u otra o ambas características, para hacer cosas nuevas.