A dónde empieza la Libertad de Expresión y a dónde termina
Como Veo doy
La Libertad de Expresión, o libertad de hablar, o libertad de expresar sus opiniones -como usted la quiera llamar-, se encuentra establecida en su artículo 6º y consagrada en la Carta Magna que rige a México desde 1917, además de que el artículo 7º de la misma Constitución General de la República establece que es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio, y, supletoriamente su segundo párrafo dice: Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni coartar la libertad de difusión, que no tiene más límites que los previstos en el primer párrafo del artículo 6o. de la Constitución.
Sin embargo jamás ha sido respetada, dígase lo que se diga, siempre ha sido censurada, en más de los casos autocensurada, dice un dicho y dice bien: “Más vale que digan aquí corrió, que aquí murió”. Le recuerdo que en el siglo pasado cientos de periodistas fueron callados y ejecutados en todo el mundo, hoy, en este nuevo milenio, en las primeras dos décadas de este siglo, en nuestro país han perdido la vida 135 periodistas, de estos, 124 hombres y 11 mujeres, le aclaro, 47 se registraron en el sexenio de Enrique Peña Nieto y en lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador son hasta la fecha 15; el último caso es el del reportero Julio Valdivia, corresponsal del diario “El Mundo de Córdova”, asesinado y decapitado que fue arrojado en las vías del tren de la localidad de Motzorongo, cerca del municipio de Tezonapa, Veracruz.
La pregunta es ¿a dónde están las autoridades judiciales, qué pasa con la Comisión de Derechos Humanos, por qué tiene que ser callado Juan pueblo de esa forma? En fin, no quiero ahondar en esto, el tema viene a colación porque los políticos y autoridades que ayer fueron y los que hoy están por venir actuaron y siguen actuando como si fueran los “señores feudales”, gritan, mandan y callan al reportero o a Juan pueblo, ahí es donde pregunto ¿y La Libertad de Expresión? Por qué tienen que ser autoritarios y represores los que nos representan o que mañana nos van a representar; analice usted lo que pasó hace unos días:
El ex diputado local de Hidalgo, Daniel Andrade Zurutuza, realizó una gira de trabajo para posicionarse y buscar el voto ¿anticipado? Para ser alcalde de Huejutla por el Partido Encuentro Social Hidalgo (PESH), lo malo de esto es que al aspirante se le olvido que en política hay formas y que las formas tienen fondo; claro, por supuesto el pretenso perdió las formas y tocó fondo, juzgue usted:
El pasado miércoles 9 de este mismo mes de septiembre en plena reunión el “candidato” confrontó a uno de los pobladores que le pidió el apoyo para todos los transportistas y “no nada más para uno”. “Siéntate y cálmate… Me estás faltando al respeto”, respondió el aspirante Andrade Zurutuza; Juan pueblo arremetió: “A mí no me vas a calmar. ¿Están de acuerdo con que viene el candidato y nos quiere mandar? ¿Están de acuerdo?”.
El aspirante hidalguense reclamó que pedía respeto y agregó: “Tú no me puedes gritar, siéntate ya… Te sientas, o a ver las autoridades”. Déjeme decirle que el aspirante jamás aceptó las críticas y los reclamos que le hacía Juan pueblo; qué le parece, y eso que todavía no es candidato, qué hará y cómo actuará si llegara a ser alcalde de Huejutla, Hidalgo. ¿Seguirá coartando la Libertad de Expresión a sus representados?
Esto me recordó algo que vi hace algunos ayeres en un municipio de la sierra nororiental, colindando con el estado de Veracruz, los políticos en función -léase diputado y alcalde-, realizaron una gira de trabajo al interior del municipio para evaluar el avance de obras, concluyendo su trabajo en la cabecera municipal con la entrega de algunos apoyos, ahí el presidente municipal se lució diciendo que había apoyado a todos en general.
¿Y qué cree? Zas… se levanta Juan pueblo y protesta, grita desde su lugar y le dijo a su representante… “no es cierto, a todos no… apoyas a tus familiares, compadres y a familias de tus regidores… a nosotros ni siquiera nos saludas… eres grosero, déspota y siempre vas acompañado de tus policías para que nadie se acerque a pedirte algún apoyo; No le crea señor diputado, está diciendo mentiras, qué obras le enseñó a usted si todas están incompletas”.
Acto seguido el alcalde le contestó, “cállate, no sabes lo que dices”; Juan pueblo arremetió, “te estoy diciendo la verdad y te lo digo en tu cara”; con facha de pocos amigos el presidente remachó -te callas o te vas-, acto seguido pidió a su cuerpo de policías que lo sacarán de la reunión y… punk… punk… punk, claro, con lujo de violencia fue sacado del evento, su esposa con el bebé en brazos pidiendo que no lo lastimarán, pero los servidores del “orden” ni la veían, ni la escuchaban, a lo lejos se dejó escuchar los gritos y el llanto de una venerable anciana, era la madre de Juan pueblo, pidiéndole al representante del pueblo que perdonara a su hijo que ya no lo golpearan los policías y sabe cuál fue la contestación del presidente, ¡No!, “así para que aprenda que a la autoridad no se le contesta y que tienen prohibido reclamarme enfrente de invitados… llévenselo… llévenselo y enciérrenlo”; gritos y lágrimas de nada sirvieron, bañado en sangre, amoratado y sin poder hablar Juan pueblo fue cayado y humillado ante la gente.
Aquí en Puebla capital cuántas veces no ha escuchado en los noticieros televisivos a nuestro “flamante gobernador” Luis Miguel Barbosa, diciéndole al reportero, cállate, ya dije, no es así, cállate; los diputados están igual, tan malo es el pinto como el colorado y del partido que usted le ponga nombre, aquí surge la pregunta con qué calidad moral van a pedir el voto para su reelección diputados y alcaldes en turno cuando no han hecho nada. ¿Van a ser altaneros, groseros y van a callar a Juan pueblo porque les digan sus verdades? Entonces ¿La libertad de Expresión a dónde empieza y a dónde termina? Hasta la próxima.
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