Nada es igual. A lo largo de todo un año gente ha venido y gente se ha ido, sin embargo este día 24 de Diciembre merece la pena desprendernos del trabajo diario y del estrés cotidiano para regalar a nuestros seres amados, un tanto más que muchos presentes envueltos en moño rojo, todo nuestro cariño y calurosa compañía. Agradezco a los lectores todos aquellos momentos que me obsequiaron al leer mis escritos. Hoy me encuentro con mi familia, escondida en un Hacienda cerca de Huamantla, sitio mágico que emana serenidad y olor a campos de toros de lidia. Parece ser que por la tarde, antes de la cena volaremos en globos aerostáticos, ¡Vaya! Desprenderemos los pies de la tierra para lograr rozar las nubes, no lo niego, tengo pavor, pero treparé a las alturas con mi ego en alto ya que he sido víctima del bulling de mis sobrinas que durante todo el día han machacado mi ego diciendo que no me acobarde. En fin, ¡voy a atreverme cómo no! Así que con cierto aire de previsión, quiero desearles una muy FELIZ NAVIDAD, antes de surcar los cielos. Abrazo con todo mi cariño. Q.D.T.B. Carmina Bretón.