Unos quejidos profundos
De ultratumba se escucharon
Parecían que provenían
De un programa de la radio
Los huesitos de la flaca
Toditos se calentaron
La calaca investigo
Del quejido y procedencia
Y muy pronto lo encontró
Pensando que era violencia
Con sorpresa descubrió
puro amor en toda esencia
Con diálogo sin fronteras
Y los huesitos cedieron
Las de la presentadora
Que no sintió ningún miedo
De que a flor de piel le dieran
La flaca escucho sus ruegos
Y así término el romance
De Xilotl y la calaca
Llena de mucho calor
Se le olvidó ser sensata
Que con la muerte no juegas
¡ perdiendo así con la flaca !